Mi esposo y yo nos conocimos en enero del 2016 a
través de una pagina cristiana, lo que comenzó como un simple conocido fue
convirtiéndose en un amigo y las conversaciones fueron haciéndose cada vez más frecuentes,
que me daba la sensación de conocerlo de toda la vida.
En abril de ese mismo año vino a Perú y fue ahí donde
comenzó todo; la química fluyo de forma natural, y yo me sentía tan en
confianza con El, era yo misma no necesitaba disimular o mostrar algo que no
era. El tiempo que estuvo en Perú conoció a mis tíos, a mis amigos, y la iglesia
donde yo congregaba. Tuvimos la oportunidad de viajar a Cuzco y él se quedó maravillado
de Machupicchu.
En agosto del 2016 yo viajé a conocer a su familia y su
país.
Al inicio de la relación El me pidió que 'durante el tiempo que estuviéramos de
enamorados no nos daríamos besos en la boca', no me esperaba que me
dijera eso pero la verdad que me gustó muchísimo porque hizo que lo amara a El como
persona, que amara su esencia; yo sé que esto es pasado de moda o puede
resultar crazy para esta época, pero para mi significó muchísimo, porque fue
una de las cosas que tomé en cuenta cuando decidí casarme con él.
Retornando a mi historia 😀 llegó el día de conocer a sus padres, ellos fueron a recogernos al
aeropuerto, y ahí los conocí por primera vez, fueron muy amables y atentos
conmigo desde un inicio, y eso me hizo sentir como en casa. Algo de lo que estoy
segura es que cuando Dios bendice a sus hijos lo hace de una manera tan
perfecta y mas de lo que podemos imaginar, pues él me regaló una familia política
maravillosa, donde puedo sentir y recibir tanto amor y cuidado, donde el cariño
es mutuo. (Efesios 3:20)
En noviembre del mismo año regresé a Gibraltar. En este segundo viaje no solo
quería pasar tiempo con Adrian y conocerlo más, sino también era un viaje de
confirmaciones por parte del Señor, así que estaba a la expectativa de los que
Dios iba poniendo en mi corazón.
En esta oportunidad conocí a sus amigos de la infancia; y además conocí la
iglesia donde Adrian congregaba; fue maravilloso ser recibida con mucho cariño
por parte de los pastores y algunos hermanos, desde ese día me sentí parte de esta
linda familia espiritual, porque para mí eso era otro punto importante, y ahí
fue otra confirmación más del Señor.
En diciembre del mismo año Adrian vino a Perú a conocer a mis padres. Mis papas
se quedaron encantados y tranquilos cuando lo conocieron, porque vieron que sus intenciones eran serias, además ellos notaban que era un chico noble y de buenos sentimientos.
Adrian habló con mi papá y pidió su permiso para casarse conmigo, y por supuesto
mis papas dieron su aprobación.
Mi 2017 comenzó de una manera increíble, Adrian me sorprendió con un regalo era
un viaje en crucero con un grupo de hermanos del ministerio de John C. (USA), wow era nuestro primer viaje en crucero y estábamos emocionados.
El mismo día de mi viaje Dios me regaló una hermosa
promesa que confirmaría que era Adrian con quien yo deseaba pasar el resto de
mi vida. ‘Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu
nombre, y serás bendición.’ (Génesis 12:2)
Es así que el 03 de febrero del 2017 nos reencontramos
en Miami y pasamos unas vacaciones
increíbles.
En este viaje pasaron 4 momentos importantes:
- El 04 de febrero del 2017 me pidió que me casara con él.
- Celebramos nuestros cumpleaños juntos (Adrian- 05 de febrero y yo el 08 de Feb)
- Conocimos maravillosos amigos, hermanos en la fe que hasta ahora mantenemos contacto.
- Por último conocimos hermosos lugares (Amber Cave- RD, Puerto Rico, St. Thomas, Turcos & Caicos).
Después del viaje empezó la preparación de la boda, porque
ya habíamos decidido el lugar y la fecha para casarnos tanto civil como
religioso.
Es así que un 12 de abril del 2017 nos casamos civil en Gibraltar y un 17 de
junio fue la boda religiosa en Perú (los detalles de la boda les contaré en otro post).
Han pasado 243 desde la boda religiosa, y puedo decir que es toda una Aventura esta
nueva etapa, esta nueva estación en mi vida, cada día que pasa seguimos aprendiendo
uno del otro y caminando tomados de la mano del Señor.
Hoy recordaba mientras escribía mi historia lo importante que es buscar
dirección de Dios y su confirmación en cada decisión que tomamos en la vida,
porque El es especialista en orquestar todo y ningún detalle se le escapa. ´Encomienda
al Señor tus caminos, confía en él y él hará. (Salmos 37:5).
Antes de vivir mi historia de amor con Adrian, también pase por las etapas del desamor
(eso les contaré en otro post) A veces por presión social te adelantas a los planes
del Señor, porque te dejas influenciar por lo que te dicen o lees o escuchas por
ahí ¨Se te va el tren, mira todas tus amigas ya están casadas, de repente tu
eres el problema, etc. Por eso el tiempo de espera puede resultar difícil, pero
ahí esta Dios para guiarnos y enseñarnos a disfrutar cada día como únicos.
El tiempo de espera para mí fueron varios años, pero no saben cómo disfruté, sirviendo al Señor en la
iglesia, con mis amigos, mi familia, viajando y creciendo profesionalmente. Si aún estas soltera (o) disfruta tu estación mientras estas en la sala de espera, encuentra deleite en todo lo que hagas, que tu felicidad no dependa de las personas ni de las circunstancias, que tu felicidad dependa en Dios. ‘Deléitate asimismo en el Señor, y el te concederá las peticiones de tu corazón’ (Salmos 37:4).
Finalmente te comparto este escrito de Dante Gebel
“No te conformes con menos
del amor que te mereces”
El
amor que te mereces es mucho más que un nuevo éxito de Hollywood, es mucho más
que una canción famosa, es mucho más que una carta de amor llena de promesas.
Te
mereces un hombre que esté dispuesto a solucionar toda diferencia y conflicto
que encuentren en el camino. Alguien que quiera tomar tu mano y guiarte cuando
no conozcas la ruta y alguien que también quiera seguirte. Alguien que apoye
tus metas y tus ambiciones, alguien que crea que eres maravillosa sin importar
como te veas.
El
amor que te mereces es un amor que no sepa de condiciones, un amor que se
niegue a decirte “te amaré sólo si…” o “te amaré más si haces esto o aquello”.
Te mereces un un amor que crezca con el tiempo, un amor que cobije y que
comprenda.
Te
mereces a alguien que te desafíe en lugar de simplemente rendirse. Alguien que
comparta sus pensamientos contigo de forma honesta, porque van a compartir sus
vidas de forma honesta juntos. Además, alguien que sepa perdonar y ser feliz,
en lugar de buscar tener siempre la razón.
Te
mereces una pasión que despierte a tu ser interior y que entrelace sus corazones
en uno solo.
Te
mereces sentirte amada siempre, y nunca dudar ni por un momento de lo que
siente él por ti.
Te
mereces alguien que siempre elija el asiento de al lado y que nunca tenga que
presumir de lo afortunado que es, porque todos pueden verlo claramente en su
rostro cuando te mira.
Te
mereces un amor verdadero y épico, que tenga todo lo anterior. Te mereces ser
el sueño hecho realidad de alguien, y no la idea de último momento.
Sí,
te lo mereces todo, pero esa persona que hay en el mundo lo merece también. Se
merece la mujer junto a él para alcanzar todo lo que siempre quiso tener.
Tú misma debes justificar el amor que crees que
te mereces. Así que conviértete en esa persona que merece el mundo, y el mundo
te traerá ese amor.
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